dijous, 6 de desembre del 2012

diumenge, 3 de juny del 2012

Homilía del Papa Benedicto XVI en la Misa de calusura del VII Encuentro Mundial de las Familias

Venerados hermanos, Ilustres autoridades,
Queridos hermanos y hermanas:

Es un gran momento de alegría y comunión el que vivimos esta mañana, con la celebración del sacrificio eucarístico. Una gran asamblea, reunida con el Sucesor de Pedro, formada por fieles de muchas naciones. Es una imagen expresiva de la Iglesia, una y universal, fundada por Cristo y fruto de aquella misión que, como hemos escuchado en el evangelio, Jesús confió a sus apóstoles: Ir y hacer discípulos a todos los pueblos, «bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28, 18-19). Saludo con afecto y reconocimiento al Cardenal Angelo Scola, Arzobispo de Milán, y al Cardenal Ennio Antonelli, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, artífices principales de este VII Encuentro Mundial de las Familias, así como a sus colaboradores, a los obispos auxiliares de Milán y a los demás obispos. Saludo con alegría a todas las autoridades presentes. Mi abrazo cordial va dirigido sobre todo a vosotras, queridas familias. Gracias por vuestra participación.

En la segunda lectura, el apóstol Pablo nos ha recordado que en el bautismo hemos recibido el Espíritu Santo, que nos une a Cristo como hermanos y como hijos nos relaciona con el Padre, de tal manera que podemos gritar: «¡Abba, Padre!» (cf. Rm 8, 15.17). En aquel momento se nos dio un germen de vida nueva, divina, que hay que desarrollar hasta su cumplimiento definitivo en la gloria celestial; hemos sido hechos miembros de la Iglesia, la familia de Dios, «sacrarium Trinitatis», según la define san Ambrosio, pueblo que, como dice el Concilio Vaticano II, aparece «unido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» (Const. Lumen gentium, 4)

La solemnidad litúrgica de la Santísima Trinidad, que celebramos hoy, nos invita a contemplar ese misterio, pero nos impulsa también al compromiso de vivir la comunión con Dios y entre nosotros según el modelo de la Trinidad. Estamos llamados a acoger y transmitir de modo concorde las verdades de la fe; a vivir el amor recíproco y hacia todos, compartiendo gozos y sufrimientos, aprendiendo a pedir y conceder el perdón, valorando los diferentes carismas bajo la guía de los pastores. En una palabra, se nos ha confiado la tarea de edificar comunidades eclesiales que sean cada vez más una familia, capaces de reflejar la belleza de la Trinidad y de evangelizar no sólo con la palabra. Más bien diría por «irradiación», con la fuerza del amor vivido.

La familia, fundada sobre el matrimonio entre el hombre y la mujer, está también llamada al igual que la Iglesia a ser imagen del Dios Único en Tres Personas. Al principio, en efecto, «creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: "Creced, multiplicaos"» (Gn 1, 27-28). Dios creó el ser humano hombre y mujer, con la misma dignidad, pero también con características propias y complementarias, para que los dos fueran un don el uno para el otro, se valoraran recíprocamente y realizaran una comunidad de amor y de vida.

El amor es lo que hace de la persona humana la auténtica imagen de Dios. Queridos esposos, viviendo el matrimonio no os dais cualquier cosa o actividad, sino la vida entera. Y vuestro amor es fecundo, en primer lugar, para vosotros mismos, porque deseáis y realizáis el bien el uno al otro, experimentando la alegría del recibir y del dar. Es fecundo también en la procreación, generosa y responsable, de los hijos, en el cuidado esmerado de ellos y en la educación metódica y sabia.

Es fecundo, en fin, para la sociedad, porque la vida familiar es la primera e insustituible escuela de virtudes sociales, como el respeto de las personas, la gratuidad, la confianza, la responsabilidad, la solidaridad, la cooperación. Queridos esposos, cuidad a vuestros hijos y, en un mundo dominado por la técnica, transmitidles, con serenidad y confianza, razones para vivir, la fuerza de la fe, planteándoles metas altas y sosteniéndolos en las debilidades. Pero también vosotros, hijos, procurad mantener siempre una relación de afecto profundo y de cuidado diligente hacia vuestros padres, y también que las relaciones entre hermanos y hermanas sean una oportunidad para crecer en el amor.
El proyecto de Dios sobre la pareja humana encuentra su plenitud en Jesucristo, que elevó el matrimonio a sacramento. Queridos esposos, Cristo, con un don especial del Espíritu Santo, os hace partícipes de su amor esponsal, haciéndoos signo de su amor por la Iglesia: un amor fiel y total.
Si, con la fuerza que viene de la gracia del sacramento, sabéis acoger este don, renovando cada día, con fe, vuestro «sí», también vuestra familia vivirá del amor de Dios, según el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret. Queridas familias, pedid con frecuencia en la oración la ayuda de la Virgen María y de san José, para que os enseñen a acoger el amor de Dios como ellos lo acogieron. Vuestra vocación no es fácil de vivir, especialmente hoy, pero el amor es una realidad maravillosa, es la única fuerza que puede verdaderamente transformar el mundo. Ante vosotros está el testimonio de tantas familias, que señalan los caminos para crecer en el amor: mantener una relación constante con Dios y participar en la vida eclesial, cultivar el diálogo, respetar el punto de vista del otro, estar dispuestos a servir, tener paciencia con los defectos de los demás, saber perdonar y pedir perdón, superar con inteligencia y humildad los posibles conflictos, acordar las orientaciones educativas, estar abiertos a las demás familias, atentos con los pobres, responsables en la sociedad civil.

Todos estos elementos construyen la familia. Vividlos con valentía, con la seguridad de que en la medida en que viváis el amor recíproco y hacia todos, con la ayuda de la gracia divina, os convertiréis en evangelio vivo, una verdadera Iglesia doméstica (cf. Exh. ap. Familiaris consortio, 49). Quisiera dirigir unas palabras también a los fieles que, aun compartiendo las enseñanzas de la Iglesia sobre la familia, están marcados por las experiencias dolorosas del fracaso y la separación. Sabed que el Papa y la Iglesia os sostienen en vuestra dificultad. Os animo a permanecer unidos a vuestras comunidades, al mismo tiempo que espero que las diócesis pongan en marcha adecuadas iniciativas de acogida y cercanía.

En el libro del Génesis, Dios confía su creación a la pareja humana, para que la guarde, la cultive, la encamine según su proyecto (cf. 1,27-28; 2,15). En esta indicación podemos comprender la tarea del hombre y la mujer como colaboradores de Dios para transformar el mundo, a través del trabajo, la ciencia y la técnica. El hombre y la mujer son imagen de Dios también en esta obra preciosa, que han de cumplir con el mismo amor del Creador. Vemos que, en las modernas teorías económicas, prevalece con frecuencia una concepción utilitarista del trabajo, la producción y el mercado.
El proyecto de Dios y la experiencia misma muestran, sin embargo, que no es la lógica unilateral del provecho propio y del máximo beneficio lo que contribuye a un desarrollo armónico, al bien de la familia y a edificar una sociedad más justa, ya que supone una competencia exasperada, fuertes desigualdades, degradación del medio ambiente, carrera consumista, pobreza en las familias. Es más, la mentalidad utilitarista tiende a extenderse también a las relaciones interpersonales y familiares, reduciéndolas a simples convergencias precarias de intereses individuales y minando la solidez del tejido social.

Un último elemento. El hombre, en cuanto imagen de Dios, está también llamado al descanso y a la fiesta. El relato de la creación concluye con estas palabras: «Y habiendo concluido el día séptimo la obra que había hecho, descansó el día séptimo de toda la obra que había hecho. Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró» (Gn 2,2-3). Para nosotros, cristianos, el día de fiesta es el domingo, día del Señor, pascua semanal.

Es el día de la Iglesia, asamblea convocada por el Señor alrededor de la mesa de la palabra y del sacrificio eucarístico, como estamos haciendo hoy, para alimentarnos de él, entrar en su amor y vivir de su amor. Es el día del hombre y de sus valores: convivialidad, amistad, solidaridad, cultura, contacto con la naturaleza, juego, deporte. Es el día de la familia, en el que se vive juntos el sentido de la fiesta, del encuentro, del compartir, también en la participación de la santa Misa. Queridas familias, a pesar del ritmo frenético de nuestra época, no perdáis el sentido del día del Señor. Es como el oasis en el que detenerse para saborear la alegría del encuentro y calmar nuestra sed de Dios.

Familia, trabajo, fiesta: tres dones de Dios, tres dimensiones de nuestra existencia que han de encontrar un equilibrio armónico. Armonizar el tiempo del trabajo y las exigencias de la familia, la profesión y la maternidad, el trabajo y la fiesta, es importante para construir una sociedad de rostro humano. A este respecto, privilegiad siempre la lógica del ser respecto a la del tener: la primera construye, la segunda termina por destruir. Es necesario aprender, antes de nada en familia, a creer en el amor auténtico, el que viene de Dios y nos une a él y precisamente por eso «nos transforma en un Nosotros, que supera nuestras divisiones y nos convierte en una sola cosa, hasta que al final Dios sea "todo para todos" (1 Co 15,28)» (Enc. Deus caritas est, 18). Amén

diumenge, 13 de maig del 2012

De la veritat de la bona o la manipulació dels mitjans de comunicació

De la famosa homilia de Monsenyor Reig Plà, en la que parla de la Redempció de Crist, gràcies a la qual podem superar els nostres defectes i regenerar-nos del pecat.

Parla de la ideologia de gènere com un mal més entre altres, us aconsello escoltar tota la homilia, veureu que fàcil és tergiversar el que ha dit.

Cal documentar-nos per poder tenir opinió.

"Quisiera decir unas palabra a aquellas personas que hoy llevadas por tantas ideologías que acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana, piensan ya desde niño que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo, y a veces para comprobarlo se corrompen y se prostituyen o van a clubs de hombres nocturnos, os aseguro que encuentran el infierno. ¿Vosotros pensáis que Dios es indiferente ante el sufrimiento de todos estos niños, algunos de ellos siendo abusados en sus propias familias, ante el sufrimiento de los trabajadores, de los empresarios, de las propias familias, ante el sufrimiento de las mujeres, ante nuestro sufrimiento? ¡Dios no es indiferente!" (del minuto 11,18 al 12)

Benvolgut lector t'animo a escoltar la totalitat de l'homilia en els dos vídeos que incorporo a aquest post només són 20 minuts i fa una glosa del pecats habituals de l'ésser humà en els temps actuals i la redempció que Jesucrist ens ha aconseguit mitjançant la seva mort i resurrecció.



dilluns, 9 d’abril del 2012

Vine i ho veuràs

Vine i veuràs: Vine i ho veuràs: Ara és el moment del retorn, Vine i ho veuràs. Potser han passat temps des que vas sentir parlar de Déu... A la catequesis de la primera ...

dilluns, 26 de març del 2012

On vas família?

He cercat algunes dades estadístiques sobre els matrimonis que es celebren a l'Església Catòlica.


L'any 2006 de tots els matrimonis que es van celebrar a Catalunya on els dos contraents, dona i home, eren solters, de cada 10 nomes 5 es van casar a l'Església Catòlica.


L'any 2010 les dades encara eren més baixes, 3 de cada 10 es van casar a l'Església Catòlica.


Aquesta dada és un indicador i com a tal cal considerar-la. Com indicador ens fa notar que el matrimoni ja no s’entén, majoritàriament com l'entenem a l'Església Catòlica. Un compromís d'amor fidel per a tota la vida, obert a la vida.


Ben segur que aquells que prenen la decisió de casar-se a l'Església s'estimen, però, ¿tenen assumit que el seu compromís és per sempre? com diran quan es casin un a l'altre, t'estimaré per sempre en lo bo i en allò que no m'agradi, en la salut i la malaltia...


Encara em faig més preguntes, què fem des de l'Església per aquells pocs que demanen el sagrament del matrimoni? cóm els acompanyem? els oferim una alternativa a la devaluació actual de la institució matrimonial? són suficients 6, 8, 10 ... hores de preparació immediata al sagrament del matrimoni?


Es pot contestar, la preparació és de tota la vida. I, és cert, però quina preparació ofereix la societat actual que banalitza les relacions humanes, o, la família que es trenca i sotmet als fills a farcells excessivament pesats. Sents als nens de catequesi de primera comunió: jo el que vull és que el meu pare i la mare s'estimen. Pateixo per que els sento discutir, el pare ja no viu a casa ... Quin farcell més pesat !!!


Aquells que ho llegui-ho animeu-vos a fer propostes.

divendres, 9 de març del 2012

A més família, menys crisi.


a) Una xerrada sobre la defensa de la vida amb el títol “Estima la Vida, tota la vida” a càrrec de Mossèn Xavier Sobrevia, doctor en medicina. Serà el divendres 23 de març a la Casa de l’Església del Bisbat de Sant Feliu de Llobregat, a les 19.00.


b) El diumenge 25 de març celebrarem la 7ena Jornada diocesana de la Família, amb el lema A més família, menys crisi. Volem tenir molt presents a les famílies que ho estan passant malament per raó de la crisi que estem vivint, i volem reflexionar sobre com una família estructurada és un bon suport per pal·liar els efectes de la crisi.

Començarem a les 12.00, Eucaristia a la Catedral.

A les 14.00 dinar a la Casa de l'Església, cadascú ha de portar el propi dinar.

A les 15.00 una estona de sobretaula per poder compartir amb els que vulgueu participar els projectes de la Delegació i sobre tot escoltar les vostres il·lusions i projectes o les dificultats que us trobeu en la promoció de la Pastoral Familiar als vostres àmbits.

A les 16.00 la conferència que pronunciarà la Sra. Conxa Marqués, Coordinadora de Càritas al nostre Bisbat, amb el títol A més família, menys crisi.

Dir-vos que amb la intenció de fer un gest de suport a les famílies que ho passen malament, la col·lecta de la missa a la Catedral es destinarà a colaborar en la finançament d'un projecte de Càritas (la construcció de nou habitatges temporals per a acollir famílies i/o persones sense sostre, a Gelida).
..

diumenge, 29 de gener del 2012

Demana-li a Sáenz de Santamaría que no faci el pregó de la Semana Santa de Valladolid o que canviï la seva vida.

Escriu-li a la vicepresidenta:
http://www.mpr.es/es/formulario/42/escriba-al-ministro

ASUNTO: NO AL PREGON DE SEMANA SANTA


Señora Vicepresidenta.

Soy católico y me esfuerzo en ser fiel al ideario que presenta el Evangelio, en él Jesús se refiere al matrimonio como una institución establecida por Dios en el inicio de la humanidad (Mt 19, 4-6) que no es posible romper, pues ambos, hombre y mujer, han sido unidos por Dios en una sola persona.

Esta cualidad del matrimonio sólo se explica en el Sacramento, no en una unión civil, que actualmente es el peor de los contratos basura que existe.

Desconozco si usted se identifica como católica o no, pero fuere como fuere le pido que no afrente mi fe con su presencia en una Catedral Católica. Y, en todo caso si se identifica como católica cambie su vida y sea coherente.

Reciba un cordial saludo de un ciudadano católico.

VII Trobada Mundial de les Famílies

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